Habitación nº 7 ..."Inocencia"...

“El viajero más tonto del mundo”.

Cuenta la historia, que existía un viajero “tonto”. ¿Y por qué era tonto? Pues porque se dejaba engañar muy fácilmente. Era muy iluso e inocente. Las personas del pueblo usaron sus palabras mentirosas, haciéndose pasar por necesitados, dejaron al viajero sin ropa, dinero, comida ni zapatos.
Una niña le decía “Son para mi madre enferma” – Y el viajero le daba ropa y dinero para ella.
Pero como el viajero era “tonto” se emocionaba con las mentiras de los aldeanos que le decían: “Gracias, gracias, ¡Nos has salvado!”
Y el contestaba: “Que seáis felices, que seáis felices…Y que comáis perdices.”
Al final, el viajero se quedó completamente desnudo. Y de la vergüenza que pasaba, decidió seguir su viaje a través de los bosques.
Entonces, se cruzó con los animales que vivían en el bosque. Los animales, querían comerse al viajero, y usaron hábiles palabras para ello. Evidentemente, el viajero se dejaba engañar, y le fue dando, ahora un pie…ahora un brazo…
Finalmente, al viajero solo le quedó la cabeza. Y al último animal, le dio sus ojos. Aquel animal le dijo al viajero mientras se comía sus ojos: “Gracias, como agradecimiento acepta mi regalo”.
Y le dejó aquello. Pero solo era un trozo de papel donde había escrito “tonto”.
Y el viajero empezó a llorar, y a llorar. “¡Gracias, gracias, es mi primer regalo, que ilusión, gracias! “
Mientras decía aquello, lloraba a través de los ojos que ya no tenía. Poco después, murió, sólo su inocencia quedó, inerte en el bosque.

Espero que os haya gustado, una historia que a mí, me abrió el corazón.


La dulce inocencia...
Inocente es la palabra que los mayores no conocemos.
La inocencia es creer, en cosas, en sueños falsos, en mentiras bonitas.
La inocencia es saber qué decir, sonreír...
A todo nos gustaría ser inocentes...de pequeños, buscamos que nos quiten esa inocencia, y de mayores, andamos buscándola desesperadamente.

Solemos relacionar la inocencia con los niños...¿Por qué?
¿Acaso nosotros no somos inocentes...?
Cuando crecemos, a parte del apetito, surgen otras necesidades. La tentación. Y lo malo es que no nos resistimos a ella, y caemos...perdiendo toda nuestra inocencia.
Tal vez por eso digan que la etapa más bonita es la niñez. los recueros de tu inocencia. Los recuerdos de cuando querías crecer...y ahora lo que buscas es remitirlo.

Para algunas personas crecer es malo.
A mí me dicen con frecuencia que nací con el pensamiento de una mujer de 20 años, con su madurez, y el cuerpo de una niña de 13. ¿Es que acaso sin darme cuenta crecí deprisa? ¿Malgasté mi niñez?
Tal vez nunca lo sepa, porque seré demasiado "madura" ya para sentirme atraída por ese comportamiento infantil de las demás personas de mi edad...
Aunque...no me siento descichada.
Estos pensamientos, hacen crecer a mi corazón, me alegro e haber "crecido".
Hay personas que mueren y aún ni siquiera maduraron. No me refiero a ganar peso ni altura, sino a crecer, a crecer, a madurar por dentro.

No creo que la inocencia sea solo de niños. La inocencia, es creer, en aquellos sueños, vivir como en aquellos tiempos...¿Quien lo impide? Nosotros mismos.
Sólo, tenemos que creer...en eso se basa la inocencia, ¿no? =)

Me voy despidiendo, de una habitación ilusa, muy ilusa, y ...¿"tonta"?
Os veré en la próxima habitación^^