27.3.09

Habitación 12…”Esperanza”.


La esperanza…
A primera vista, la esperanza le puede inspirar a la persona que la oiga un olor de… ¿felicidad? Realmente no existe un adjetivo que una a una persona que se defina completamente esa “esperanza”. ¿Esperanzado…? ¿Positivo…? ¿”Iluso…”?
Esta última parece la más acertada, y en cambio la menos relacionada.
Tal vez por eso no nos guste la palabra…”Esperanza”… y en cambio demos más sentido común a su significado... ¿Qué curioso, verdad?
Nos suelen “engañar” intentando que la realidad…parezca bonita. Pero cuando nos chocamos con ella, es cuando empieza a nacer la esperanza, y con ella, el principio de perderla. Esta habitación suele ser muy “ilusa”…sueña siempre con que algún día, alguien la visitará, apreciará sus enormes pareces talladas con madera de pino cincelado, que huelan su curioso hogareño olor a nuevo y les arrebatara una sonrisa esbozada en sus rostros. Va formando, su pequeña “fantasía”, su pequeño sueño, cimiento a cimiento, hasta crear su pequeño castillo de sueños de papel…que acaban por derrumbarse.
Curiosamente ese castillo, cuando la madurez declara la guerra y sus balas llegan a las puntas de las torres de ese castillo, descubrimos que toda esa esperanza que fundió ese castillo se desvaneció.
Curiosamente, también hay que admitir esa valentía en esas personas. Esas que se preocupan por plantar, algo que creen que algún día se convertirá en algo grandioso, y ni siquiera pasa por su cabeza que también podría podrirse. Esa frase inocente que todos pronunciamos alguna vez en nuestras vidas…”De mayor quiero ser…”
Es triste, que donde ahí tendría que haber un bonito nombre común, de algún oficio, con el tiempo, puede modificarse…
”Quiero ser… ¡Bombero!” “Quiero ser… ¡Policía…!”
“¡Enfermera…!”
“Quiero ser de mayor…
“Ladrón.” “Asesino.” “Quiero ser…seré…”
“La nada.”
Otros también, son aquellos que mantienen siempre la esperanza. Una esperanza inacabada.

“Iré contigo al parque de atracciones….”
“Iré a verte jugar el partido de futbol”…
Tal vez se piense mejor…que si ya te esperas la negativa, no te duele tanto.
Aprendiendo a “no tener esperanza”.
Si no esperas a que te lleve al parque, no te pones triste.
Si no esperas que te vayan a ver… La decaída, no es tan grande…
Es triste también, que esas vocecillas que gritaban ilusiones luego éstas se pudieran desvanecer con tanta facilidad.
Hay persona que piensa que la esperanza no existe, es solo ser “tonto”.
La etapa más dura de la esperanza, es sin duda cuando te das cuenta que la estás perdiendo. Todos tus sueños se van rompiendo cachito a cachito…delante de tu rostro, que simuladamente, se transforma en un rostro triste.
Esperar algo que no sabes si sucederá, aunque quieres creer que sí…
Esta habitación, aunque la acompañemos esta noche, no va a cambiar su parecer. Esta noche no la salvará de su esperanza perdida.
Si no le dará aún más esperanzas, de continuar creyendo que puede ser posible que alguien la visite.
Es uno de los sentimientos, que menos se pueden controlar…
Y es triste…
Aunque, como siempre, todo acaba.
El castillo se derrumba, la habitación se queda vacía…y el niño crece sin esperanza de que nadie vaya nunca con él al “parque” o al “partido”…
Se vive con ello…y nos hace fuertes...
Salimos de la habitación, dejándola con su sonrisa…dejándola con su fulgor…
Dejándola sola con su única compañía…
“La esperanza”…


2 comentarios:

Spugnoir dijo...

Alimentaré una causa perdida. La he visitado.

Spugnoir dijo...

Esto está mas muerto... ya no hay esperanza?